Es el quinto ministro de Gobernación del gobierno de Colom y sus 2008-2009 han sido un fracaso con muy pocos éxitos. Pero miremos qué hay más allá, cuál es el escenario y qué se puede esperar para 2010-2011.
La destitución de Raúl Velásquez, acusado de corrupción, me parece un espaldarazo del mandatario Colom a la Comisionada presidencial para la reforma policial, Helen Mack, quien consideraba que cualquier esfuerzo en la PNC sería inútil con un ministro corrupto, y ha dado 4 meses de prueba de buena voluntad para aceptar el desafío de rescatar a una institución como la PNC.
Carlos Menocal es un periodista investigativo con quien laboré y de quien aprendí en Prensa Libre. Entre sus trabajos está aquel en el que se infiltró en la cárcel de Pavón para denunciar todos los desmanes que ocurrían dentro. Para esto y para aceptar el cargo se requieren agallas. Agallas no son lo mismo que capacidades para dirigir esa mezcla de caldera y cloaca que se llama Gobernación; y creo que lo mejor será apoyarse en Helen Mack y en la CICIG y enfocarse en limpiar la corrupción del ministerio, apoyar a los agentes comprometidos, combatir a las bandas criminales y en institucionalizar los esfuerzos exitosos de las comisarías modelo de la PNC en la periferia capitalina –que han bajado la violencia (aunque la han trasladado a otras zonas). Alrededor de Mack y CICIG debe girar la estrategia del Gobierno de Colom en los próximos 18 meses que le quedan a la Comisión Internacional y 22 meses que le quedan a la administración Colom-Torres. Esto para convertir el tema de la seguridad en uno de Estado y no de gobierno.
Lo que sí creo que deberíamos empezar a cambiar en el debate nacional es que la cantidad de asesinatos que hay es sólo culpa de la PNC y el Ministerio de Gobernación. La evidencia latinoamericana muestra que es una “burbuja” de asesinatos provocada por el narcotráfico y una cultura de ilegalidad, que no se combate llenando las calles de policías y soldados sino con el rescate de los barrios violentos por medio de ciudadanía, educación, cultura, oportunidades y prohibición de armas de fuego. Sí, idealista y con evidencias en Bogotá, Medellín, Guayaquil, Río y Sao Paulo. Y los mayores responsables de haber logrado esa disminución sostenible de asesinatos han sido… Los alcaldes.
El alcalde Arzú tiene todo el capital político que quiere para liderar el tema, pero prefiere no gastarlo. Usa ese capital para introducir un Transmetro, para sacar vendedores de la sexta, pero el tema espinoso, el de la seguridad, ese sí que prefiere obviarlo o decir que sólo con el Ejército lo lograría. ¿Por qué en vez de enfocar toda la inversión pública –o casi toda, matizo- en proyectos de infraestructura, no la enfoca en proyectos sociales en barrios marginales, en parques, bibliotecas y formación de capital social?
La seguridad tiene que ser integral. Eso sí, el nuevo ministro es el responsable de desarticular las bandas criminales que provocan que desangran y hacen negocio con el país. Éste año se pondrá en marcha la CARSI (Central American Regional Security Iniciative), que será el nombre del Plan Mérida para Centroamérica y el plan regional de la ONU-UNDOC contra el crimen organizado. Estamos en dos años claves para el Estado. Suerte al nuevo Ministro, que tendrá herramientas como CICIG, CARSI y UNDOC, tendrá a casi a todos los mundos en su contra y una ciudadanía que quiere que la dejen de matar en cada esquina.
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martes, 2 de marzo de 2010
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