martes, 14 de octubre de 2008

52. Mantequilla (sobre el pesimismo)

Uno de nuestros mayores obstáculos como país es el pesimismo. Que si un juez dicta una sentencia de asco todo el sistema judicial no funciona. Que si se encarece el petróleo y las materias primas, la economía se quiebra, que si se abarata el petróleo y las materias primas, las exportaciones se quiebran, todo siempre es lo peor que puede pasar.

Me resisto a creer que en las instancias de apelación no habrá un juez digno que mande al ex presidente Portillo a prisión preventiva por el riesgo de fuga (cuatro años escondiéndose en México hasta que terminaba el interminable “debido proceso” para su extradición lo hace evidente). Y el fraude al Estado es imposible de esconder bajo la alfombra. Si los jueces tuvieron amnesia y lo olvidaron, los invito a recordarlo en el magistral artículo que escribió Claudia Méndez en elPeriódico (http://www.elperiodico.com.gt/es/20081012/domingo/74899/) sobre la declaración del corruptazo Llort en contra de Portillo en EEUU. Es impresionante cómo los estadounidenses no colaboran en la justicia guatemalteca. Ojalá esté equivocado.

Si en Costa Rica, si en Nicaragua, si en Ecuador, si en tantos países similares al nuestro, con sistemas de justicia tan lentos y precarios como el nuestro, han llegado a condenarse a ex gobernantes corruptos, ¿por qué nosotros no? Es una cuestión de decisiones de personas. Pareciera como si nuestro destino manifiesto fuera deslizarnos, como sobre mantequilla ligeramente inclinada, hacia el despeñadero. Es casi contagioso el pesimismo en nuestro país. Es chic, es una patología en el imaginario.

Otro de los canales de esa mantequilla es la economía. Yo no sé si es realmente tan pesimista la situación o es sólo de la vocería del empresariado. Es que cuando subieron los precios del petróleo (de manera especulativa, realmente una vaina), la situación pintaba oscurísima. Subió también el precio del hierro, por ejemplo, y se complicaba de manera apocalíptica el panorama. El precio del café estaba alto o del azúcar, pero ahí nadie hablaba de lo bueno, sólo de lo malo. Ahora bajan los precios de todo a niveles del año pasado y sólo nos enfocamos en lo malo que es que baje el precio del café. ¿No les parece algo cínico?

Que hay recesión en EEUU y las remesas no crecerán tanto… bueno, en vez de crecer 17 por ciento este año, crecerán 6, que no está mal. EEUU es un socio comercial clave (40 por ciento de nuestras compra-ventas) pero Centroamérica, Europa y Asia han ido creciendo en los últimos cinco años a un ritmo respetable. Podríamos abrir relaciones con China continental y dinamizar las inversiones y el comercio, y pedir desde ya nuestro ingreso en el UNASUR y así multiplicar nuestro comercio con Suramérica. Podríamos también, más que poner banderas centroamericanas en todas las instituciones públicas, dar pasos concretos para darle poder al Parlacen y caminar hacia una moneda única centroamericana, que sí fortalecería nuestras economías.

Los diputados de la Comisión de Finanzas podrían también desmarcarse del cliché de “decir no” y dejar de decirle que sí a todo lo que les dice parte de la cúpula empresarial (como la Cámara del Agro) que después los vilipendia. Podrían entonces aprobar el impuesto del ISO para financiar al Estado y el presupuesto. Son representantes de todos los ciudadanos en esas curules. Es impresionante cómo la Gana o la Bancada Guatemala que apoyaron el IETAAP ahora se opongan. Qué inconsistencia.

En fin, lo que falta es una vuelta de tuerca. Empezar a ver el vaso medio lleno porque no tenemos más destino manifiesto que ser felices.
martinpellecer@gmail.com

2 comentarios:

Figueroa dijo...

Hola Martín.
De que como país somos pesimistas, es cierto. Pero porqué somos pesimistas? Porque las autoridades (incluyanse todos los ministerios), no cumplen con las leyes, hacen un gran mate y al final...nada!! No actúan, como que si no por eso con "ministros" pueden opinar, mejorar y cambiar el país, pueden actuar y si están en un mando de esos es porque deberían supuestamente tener autoridad...pero no pasa nada... esa es una respuesta (de las tantas que hay) de porqué somos pesimistas. Es que todavía creemos en quienes nos gobiernan!! Vaya!

En el caso de Portillo, que buen tamal tenían preparado!! Porqué ese tipo corrupto no reapareció antes? Y porqué fueron tan tibios y no le aplicaron la ley como a cualquier otro ciudadano? Qué desastre, qué intolerancia, qué tragedia, qué tristeza!! "ex presidente de Guatemala acusado de corrupción, se entrega y a las pocas horas sale libre bajo fianza" eso decían los noticieros internacionales... qué pena francamente!!

Yo creo que Estados Unidos colabora de muchas maneras con Guatemala, pero en sí en donde no hacen nada es en nuestro país, de qué sirve que US o cualquier país ayude...

Muchas gracias y feliz dia!
RosaFigueroa
rosamariafiguerr@gmail.com

Juan Pensamiento dijo...

Quisiera poder ser más positivo, como vos, pero ya no creo poder. Mi vida no se amarga, claro. Soy positivo en el aspecto de pensar que, por encima de toda esta m&%rda que nos rodea está la felicidad personal. Regresando, sin embargo, a este plano menos espiritual en donde andamos tratando de no perder el hígado, no estoy de acuerdo con vos. No digo que todo el sistema judicial está corrupto POR la fianza de Portillo: eso sólo es una muestra más de que el sistema está podrido. Dudo que Portillo vaya a la cárcel; que el Parlacen recupere la confianza o que siquiera haga algo; que las bancadas en el Congreso se vuelvan congruentes...en fin...hoy sí no estuve de acuerdo con vos, pero me alegra saber que más de alguien todavía ve ESE vaso medio lleno. Saludos.