Que huelga magisterial, que temores económicos, que se rompe el quórum en la primera sesión del Congreso, que el Gobierno es un irresponsable porque se “queja” porque encontró una deuda en Comunicaciones… Pareciera que éste fuera el tercer año del gobierno de Álvaro Colom.
Tan civilizados que parecíamos después de la segunda vuelta y ahora se habla hasta de que “se agotan las reservas morales del Gobierno”. Por favor. Lleva diez días laborales, dos semanas de las 208 que tiene para gobernar y ésta vez el Gobierno no goza de un período de gracia, de un beneficio de la duda, a pesar de que la última administración, de Berger, –justificado en los primeros meses por el caos que dejó el eferregismo/portillismo- tuvo más o menos un año de gracia.
El primer bloqueo es el más preocupante, en el Congreso, en una materia que no es ni si quiera fiscal sino de préstamos. Romper quórum el primer día de sesiones. La Gana y el PP parecen el FRG cuando se ponía contra la Gana porque Berger les llamaba diablos. Y me gustaría imaginar –aunque no lo logro- cómo lograrán Meyer, Taracena, sus socios del FRG y compañía destrabar ese pleno en estas 206 semanas que les quedan, 166 si recordamos que no sesionarán en los diciembres ni los julios. El PP y las dos GANA tienen que pensar en otras estrategias.
Sobre la huelga magisterial a los 15 días de haber iniciado el Gobierno… es realmente preocupante como país. ¿No es que era la ministra Aceña el problema de J. Acevedo pues? ¿No es que ellos eran las víctimas de la falta de voluntad de dialogar del gobierno neoliberal de Berger? Ya sólo quedan como 40 semanas de clases para formar a los miles de niños guatemaltecos con ansias y necesidad de aprender en este año ¿y los maestros se van a ir a paro porque no les ponen un viceministro que les guste? Además del daño para los niños, el golpe que les da el pseudolíder a los maestros y a la imagen de los sindicatos en el país es inmenso, aunque el presidente Colom tenga parte de la culpa por hacerse pasar por su amigo en la campaña. De igual manera, la de Acevedo es una estrategia política de la imbecilidad, como describía muy bien Haroldo Shetemul.
Que es un caos nacional que la Primera Dama coordine la acción de varios ministerios. Gustavo Berganza tiene razón en que muchas de las críticas son por la tirria que le tiene a De Colom la elite de los “más blancos” en palabras de Teun van Dijk. Sí, tiene que rendir cuentas, debe fiscalizársele y no tiene que meterse en todo, pero hay que esperar un poquito.
O un analista político ultraconservador asevera que el vicepresidente Espada es la “última reserva moral del Gobierno”. Perdón, ¿qué inmoralidades han hecho el Presidente y cada uno de los miembros del Gabinete en diez días para pensar que ahora hay que pedirle a don Rafael –médico buenísimo y político inexperto- que salve al Gobierno?
Hasta del exterior ha caído palo. El diario español El País se inventó que Guatemala es la Somalia de África, un Estado fallido, y que no hay esperanza. Unía opiniones con datos y frases sacadas de contexto de analistas.
Claro, esto no quiere decir que no sea una pena que tengan bloqueado el Consejo Nacional de Adopciones (a pesar de que Anabella Morfin y Marvin Rabanales tienen todas las credenciales profesionales y éticas para estar allí), o esas medidas de informantes delatores para Gobernación (que si las hubiera puesto el PP, la UNE las habría criticado), o que la “socialdemocracia” con “rostro maya” no tenga “rostros mayas” –por ejemplo podría tener a un indígena como gobernador de Quetzaltenango, pues hay una terna de la sociedad civil de tres profesionales con maestrías de la Universidad Autónoma de Madrid, como Aura Marina Chojlán-).
Es desproporcionada la severidad y superficialidad de la crítica y de los frentes contra el Gobierno en tan poco tiempo. Y esto no es sano para el país. ¿Qué les parecería si al menos les damos un beneficio de la duda de unos 100 días (contando sábados y domingos) (quince semanas), como por ahí por el lunes 5 de mayo?
martes, 29 de enero de 2008
martes, 22 de enero de 2008
Kosmou polites
http://www.prensalibre.com/pl/2008/enero/22/214739.html
Hace unos mil 500 años, Diógenes, un griego expulsado de su ciudad natal, fue el primero en proclamarse “ciudadano del mundo”, kosmou polites en su idioma, cosmopolita en la actualidad.
Kwame Anthony Appiah es un filósofo británico-ghanés y escribió hace un par de semanas el rescate al sueño de Diógenes. “Su ideal era ser ciudadano del mundo y era un sueño en su época; hoy no sólo es posible, sino necesario. No se trata de crear un único gobierno mundial, sino de vivir juntos como una tribu global”.
A pesar de ser parte de un istmo que une continentes, en Guatemala pareciéramos vivir en una isla, en Centroamérica en cinco islas, en América Latina en 19 islas casi incomunicadas. Se nos olvida que somos parte del mundo, que tenemos que respondernos, responder al mundo y a la humanidad. Y la primera piedra para construir los puentes que nos unan al mundo es intentar comprenderlo, y para intentar comprenderlo es necesario leerlo y conversarlo. Afuera quizás encontraremos que es posible llegar al desarrollo, a la democracia plena y a una vida más feliz.
Podríamos empezar con el fenómeno de Barack Hussein Obama, una de las dos personas con más posibilidades de llegar a la Presidencia de Estados Unidos el año próximo. Negro, hijo de un keniano musulmán y una blanca de Kansas, nacido en Hawái, vivió un tiempo en Indonesia, graduado de Harvard, el único senador negro en la actualidad, brillante, con una mujer que le pide comprar insecticida antes de volver a casa porque ella tiene que trabajar, de 46 años; pareciera suficiente para ser considerado exótico. Obama es un poco más que eso.
Hay una frase que resume su visión del mundo. “Deberíamos unir a EE. UU. y al mundo contra los desafíos comunes del siglo XXI: terrorismo y armas nucleares, el calentamiento global y la pobreza, el genocidio y la enfermedad”. Establecer el genocidio y la enfermedad como prioridades ya ha dado vuelta a la juventud y la sociedad estadounidenses, y puede dársela al mundo. Es un John F. Kennedy de nuestros tiempos y, a pesar de haber perdido las primarias en Nevada, obtuvo más representantes para la convención demócrata que los Clinton, y sus posibilidades de ganar están intactas; tiene carisma, las ganas y el mismo dinero que Hillary.
Ese es el lado esperanzador, que puede haber un cambio de timón en la Casa Blanca después de un… deleznable Bush que consiguió mandar al medioevo a un país (Irak), cuadruplicar los precios del petróleo con su guerra para buscar crudo gratis para las compañías de sus amigos, y una economía a punto de una recesión con efectos grandísimos en Guatemala y el resto del planeta.
La parte desesperanzadora queda en Israel y Palestina. No puedo entender a los israelíes. Fueron masacrados en masa hace 70 años y se dicen democráticos y civilizados, pero ahora no dejan pasar ni electricidad, ni medicinas ni alimentos a toda Gaza, con las muertes para civiles inocentes que eso implica. Y son civiles la mayoría del millón y medio de palestinos que malviven hacinados en el espacio más densamente poblado del planeta. Y todo por no reconocer la victoria electoral de los extremistas de Hamás, que había pedido una tregua de lanzar cohetes a cambio de que Israel deje de invadir. Hablan de querer la paz, pero siguen invadiendo Palestina con asentamientos ilegales. Y desestabilizan toda la región. Son inmorales, al igual los terroristas suicidas, pero la diferencia es que Israel es el que tiene el poder. No les importa el mundo ni lo que pensemos de sus atrocidades. Deberíamos congelar relaciones diplomáticas y unirnos al boicot de sus productos, para ver si así se comprometen con la paz y dejan de creer que más guerra acabará con el odio —que logran que sea justificable con sus acciones— que les tienen muchos palestinos.
Ya todos olvidamos que Afganistán y su gobierno militar están al borde del abismo contra los talibanes de Al Qaeda, que fueron invitados por el presidente afgano a formar parte del gobierno.
Más cerca de nosotros, finalmente Chávez logró convencer a la guerrilla colombiana de liberar a dos rehenes, de los 45 cautivos. Después de “tan noble gesto humanitario” (deberían recibir el premio Nobel de la Paz), pidió que los consideren grupo político. Bueno, cuando liberen a todos los secuestrados y Bogotá lo acepte, entonces sí.
Y Guatemala no está en la Luna. Podemos aportar a los procesos de paz en África, o a la mediación en Colombia, o a la presión a Israel para proteger a los palestinos y, sobre todo, podemos comprendernos mejor.
Hace unos mil 500 años, Diógenes, un griego expulsado de su ciudad natal, fue el primero en proclamarse “ciudadano del mundo”, kosmou polites en su idioma, cosmopolita en la actualidad.
Kwame Anthony Appiah es un filósofo británico-ghanés y escribió hace un par de semanas el rescate al sueño de Diógenes. “Su ideal era ser ciudadano del mundo y era un sueño en su época; hoy no sólo es posible, sino necesario. No se trata de crear un único gobierno mundial, sino de vivir juntos como una tribu global”.
A pesar de ser parte de un istmo que une continentes, en Guatemala pareciéramos vivir en una isla, en Centroamérica en cinco islas, en América Latina en 19 islas casi incomunicadas. Se nos olvida que somos parte del mundo, que tenemos que respondernos, responder al mundo y a la humanidad. Y la primera piedra para construir los puentes que nos unan al mundo es intentar comprenderlo, y para intentar comprenderlo es necesario leerlo y conversarlo. Afuera quizás encontraremos que es posible llegar al desarrollo, a la democracia plena y a una vida más feliz.
Podríamos empezar con el fenómeno de Barack Hussein Obama, una de las dos personas con más posibilidades de llegar a la Presidencia de Estados Unidos el año próximo. Negro, hijo de un keniano musulmán y una blanca de Kansas, nacido en Hawái, vivió un tiempo en Indonesia, graduado de Harvard, el único senador negro en la actualidad, brillante, con una mujer que le pide comprar insecticida antes de volver a casa porque ella tiene que trabajar, de 46 años; pareciera suficiente para ser considerado exótico. Obama es un poco más que eso.
Hay una frase que resume su visión del mundo. “Deberíamos unir a EE. UU. y al mundo contra los desafíos comunes del siglo XXI: terrorismo y armas nucleares, el calentamiento global y la pobreza, el genocidio y la enfermedad”. Establecer el genocidio y la enfermedad como prioridades ya ha dado vuelta a la juventud y la sociedad estadounidenses, y puede dársela al mundo. Es un John F. Kennedy de nuestros tiempos y, a pesar de haber perdido las primarias en Nevada, obtuvo más representantes para la convención demócrata que los Clinton, y sus posibilidades de ganar están intactas; tiene carisma, las ganas y el mismo dinero que Hillary.
Ese es el lado esperanzador, que puede haber un cambio de timón en la Casa Blanca después de un… deleznable Bush que consiguió mandar al medioevo a un país (Irak), cuadruplicar los precios del petróleo con su guerra para buscar crudo gratis para las compañías de sus amigos, y una economía a punto de una recesión con efectos grandísimos en Guatemala y el resto del planeta.
La parte desesperanzadora queda en Israel y Palestina. No puedo entender a los israelíes. Fueron masacrados en masa hace 70 años y se dicen democráticos y civilizados, pero ahora no dejan pasar ni electricidad, ni medicinas ni alimentos a toda Gaza, con las muertes para civiles inocentes que eso implica. Y son civiles la mayoría del millón y medio de palestinos que malviven hacinados en el espacio más densamente poblado del planeta. Y todo por no reconocer la victoria electoral de los extremistas de Hamás, que había pedido una tregua de lanzar cohetes a cambio de que Israel deje de invadir. Hablan de querer la paz, pero siguen invadiendo Palestina con asentamientos ilegales. Y desestabilizan toda la región. Son inmorales, al igual los terroristas suicidas, pero la diferencia es que Israel es el que tiene el poder. No les importa el mundo ni lo que pensemos de sus atrocidades. Deberíamos congelar relaciones diplomáticas y unirnos al boicot de sus productos, para ver si así se comprometen con la paz y dejan de creer que más guerra acabará con el odio —que logran que sea justificable con sus acciones— que les tienen muchos palestinos.
Ya todos olvidamos que Afganistán y su gobierno militar están al borde del abismo contra los talibanes de Al Qaeda, que fueron invitados por el presidente afgano a formar parte del gobierno.
Más cerca de nosotros, finalmente Chávez logró convencer a la guerrilla colombiana de liberar a dos rehenes, de los 45 cautivos. Después de “tan noble gesto humanitario” (deberían recibir el premio Nobel de la Paz), pidió que los consideren grupo político. Bueno, cuando liberen a todos los secuestrados y Bogotá lo acepte, entonces sí.
Y Guatemala no está en la Luna. Podemos aportar a los procesos de paz en África, o a la mediación en Colombia, o a la presión a Israel para proteger a los palestinos y, sobre todo, podemos comprendernos mejor.
martes, 15 de enero de 2008
El once de Colom
http://www.prensalibre.com/pl/2008/enero/15/PDFs/PLMT15012008.PDF (página 18)
Si la política fuera como el fútbol, el equipo que conformó el presidente Álvaro Colom para su primera de cuatro temporadas no da para soñar con ser campeones, pero tampoco es el peor de la liga. Éste es un análisis de pieza por pieza.
En la delantera ha fichado a dos jugadorazos. Haroldo Rodas, canciller, es un profesional de carrera y sus primeros goles han sido traer a la toma de posesión a Lula Da Silva (Brasil), Álvaro Uribe (Colombia), Hugo Chávez (Venezuela), Felipe Calderón (México), Rafael Correa (Ecuador). Es una proeza. Guatemala vuelve a contar para América Latina por primera vez, desde que firmamos la paz en 1996. Y si logra pasos concretos en la unión económica centroamericana, podría descansar tranquilo.
El otro es Juan Alberto Fuentes, como ministro de Finanzas. Si alguien conoce el estado de las finanzas nacionales y sabe los cambios que deben hacerse, es él. Si consigue concretar el reto nacional de una reforma fiscal, pasará a ser parte de la historia. Ya le han puesto un defensa para cubrirlo sin romanticismos: un presidente de la patronal, ultraconservador.
La situación empieza a complicarse en la media cancha. El que debería ser el alma del equipo —Berger tuvo que apoyarse decenas de veces en Stein, que ha sido el mejor vicepresidente que ha tenido la República— es ahora el doctor Espada. No tiene la calidad para ser un capitán de equipo, y la contratación de oportunistas, como el vicepresidenciable de Suger para gerente, da muestras de que será mejor que se coloque en la banda izquierda y sea un buen ministro de Salud.
En el centro del campo se colocará, entonces, doña Sandra de Colom, cabeza del consejo de cohesión social. Su primer proyecto, el de Bolsa-Escuela brasileño (de dar dinero a las madres, a cambio de que aseguren que sus hijos van a la escuela y así se evite el trabajo infantil) es muy acertado, pero lo tendrá que ejecutar bien. Sin embargo, la primera dama tiene el síndrome del presidente francés Sarkozy y quiere jugar de delantera, defensa, portera y mediocampista, y el presidente la expone a la crítica, por lo que no podrá recriminarle en público ni ponerla en la banca de suplentes. Una apuesta muy arriesgada.
En medio del campo está también Carlos Meany, en Energía. Si consigue petróleo barato, sin sacrificar independencia política y fuentes de trabajo, y energía, se apuntará muchos aplausos del público. Para esto necesita de mucho tacto y probidad. Habrá que ver si tiene madera para lograrlo.
A la que debería ser una creadora de futuro, la nueva ministra de Educación, Ana de Molina —que no le llega ni a los talones a María del Carmen Aceña—, el presidente le ha amarrado las correas de los zapatos para que no pueda caminar; la marca de las correas se llama Joviel Acevedo, en tres viceministerios. En fin, Colom logró que De Molina se cubra sola.
La línea de defensas. En una de las laterales tiene a la inversión social. La Secretaría Ejecutiva, Agricultura, Comunicaciones… Mi escasa experiencia periodística me dice que eso será un saqueo, y el presidente tiene que tomar represalias contundentes pronto porque, si no, ahí será donde le metan goles desde el minuto 5 del primer partido, y con ello se erosionará la confianza ciudadana.
En la otra lateral de la defensa, podemos situar la parte económica. Tiene que ponerse el equipo al hombro con la creación de empleos y la competitividad. Sin un cambio económico, la ciudadanía también perderá la paciencia.
El flan viene en el centro de la defensa: su bancada en el Congreso. Le ha cedido el control de la Junta Directiva al Frente Republicano Guatemalteco, que es una apuesta arriesgada, porque aporta la experiencia y hará caminar el pleno, pero cuando quiera y como quiera. Creo que nos podemos olvidar de reformas estructurales logradas por la UNE y prepararnos para más goles por clientelismo y corrupción.
Y en la portería colocó al ex viceministro de Gobernación de Berger, Vinicio Gómez, en una decisión para mantener el camino de las reformas institucionales que empezó Adela de Torrebiarte. Tiene un portero suplente, al que deberá poner en forma (y en cintura) contra el narcotráfico (Ejército), y que contará con el apoyo de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, para empezar a atajar al crimen organizado. En el combate de la inseguridad —en la portería— es en la única posición en la que un error se traduce en un gol en contra. Ojalá el equipo gane, porque no hay tiempo para pérdidas, y un empate sabe a derrota en nuestro país de la impunidad y la esperanza.
martinpellecer@gmail.com
Si la política fuera como el fútbol, el equipo que conformó el presidente Álvaro Colom para su primera de cuatro temporadas no da para soñar con ser campeones, pero tampoco es el peor de la liga. Éste es un análisis de pieza por pieza.
En la delantera ha fichado a dos jugadorazos. Haroldo Rodas, canciller, es un profesional de carrera y sus primeros goles han sido traer a la toma de posesión a Lula Da Silva (Brasil), Álvaro Uribe (Colombia), Hugo Chávez (Venezuela), Felipe Calderón (México), Rafael Correa (Ecuador). Es una proeza. Guatemala vuelve a contar para América Latina por primera vez, desde que firmamos la paz en 1996. Y si logra pasos concretos en la unión económica centroamericana, podría descansar tranquilo.
El otro es Juan Alberto Fuentes, como ministro de Finanzas. Si alguien conoce el estado de las finanzas nacionales y sabe los cambios que deben hacerse, es él. Si consigue concretar el reto nacional de una reforma fiscal, pasará a ser parte de la historia. Ya le han puesto un defensa para cubrirlo sin romanticismos: un presidente de la patronal, ultraconservador.
La situación empieza a complicarse en la media cancha. El que debería ser el alma del equipo —Berger tuvo que apoyarse decenas de veces en Stein, que ha sido el mejor vicepresidente que ha tenido la República— es ahora el doctor Espada. No tiene la calidad para ser un capitán de equipo, y la contratación de oportunistas, como el vicepresidenciable de Suger para gerente, da muestras de que será mejor que se coloque en la banda izquierda y sea un buen ministro de Salud.
En el centro del campo se colocará, entonces, doña Sandra de Colom, cabeza del consejo de cohesión social. Su primer proyecto, el de Bolsa-Escuela brasileño (de dar dinero a las madres, a cambio de que aseguren que sus hijos van a la escuela y así se evite el trabajo infantil) es muy acertado, pero lo tendrá que ejecutar bien. Sin embargo, la primera dama tiene el síndrome del presidente francés Sarkozy y quiere jugar de delantera, defensa, portera y mediocampista, y el presidente la expone a la crítica, por lo que no podrá recriminarle en público ni ponerla en la banca de suplentes. Una apuesta muy arriesgada.
En medio del campo está también Carlos Meany, en Energía. Si consigue petróleo barato, sin sacrificar independencia política y fuentes de trabajo, y energía, se apuntará muchos aplausos del público. Para esto necesita de mucho tacto y probidad. Habrá que ver si tiene madera para lograrlo.
A la que debería ser una creadora de futuro, la nueva ministra de Educación, Ana de Molina —que no le llega ni a los talones a María del Carmen Aceña—, el presidente le ha amarrado las correas de los zapatos para que no pueda caminar; la marca de las correas se llama Joviel Acevedo, en tres viceministerios. En fin, Colom logró que De Molina se cubra sola.
La línea de defensas. En una de las laterales tiene a la inversión social. La Secretaría Ejecutiva, Agricultura, Comunicaciones… Mi escasa experiencia periodística me dice que eso será un saqueo, y el presidente tiene que tomar represalias contundentes pronto porque, si no, ahí será donde le metan goles desde el minuto 5 del primer partido, y con ello se erosionará la confianza ciudadana.
En la otra lateral de la defensa, podemos situar la parte económica. Tiene que ponerse el equipo al hombro con la creación de empleos y la competitividad. Sin un cambio económico, la ciudadanía también perderá la paciencia.
El flan viene en el centro de la defensa: su bancada en el Congreso. Le ha cedido el control de la Junta Directiva al Frente Republicano Guatemalteco, que es una apuesta arriesgada, porque aporta la experiencia y hará caminar el pleno, pero cuando quiera y como quiera. Creo que nos podemos olvidar de reformas estructurales logradas por la UNE y prepararnos para más goles por clientelismo y corrupción.
Y en la portería colocó al ex viceministro de Gobernación de Berger, Vinicio Gómez, en una decisión para mantener el camino de las reformas institucionales que empezó Adela de Torrebiarte. Tiene un portero suplente, al que deberá poner en forma (y en cintura) contra el narcotráfico (Ejército), y que contará con el apoyo de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, para empezar a atajar al crimen organizado. En el combate de la inseguridad —en la portería— es en la única posición en la que un error se traduce en un gol en contra. Ojalá el equipo gane, porque no hay tiempo para pérdidas, y un empate sabe a derrota en nuestro país de la impunidad y la esperanza.
martinpellecer@gmail.com
martes, 8 de enero de 2008
Soberanos en el espejo / Mejor presidenta
http://www.prensalibre.com/pl/2008/enero/08/PDFs/PLMT08012008.PDF (en la página 18, de Editoriales)
Soberanos en el espejo
"Lo que más me sorprendió fue lo que pasó en Guatemala. En una aldea de Petén logramos recuperar los huesos de 162 niños masacrados por el Ejército. Como antropóloga forense, hay un momento en que empiezas a ordenar los huesitos y todos son tan perfectitos y te abstraes, hasta que te recuerdas que junto a los huesos hay juguetes. Es lo peor que he visto en mi vida".
Una antropóloga argentina describía así la semana pasada (El País Semanal) sus impresiones después de excavar fosas comunes en países de todo el mundo en donde se produjeron genocidios y el horror que le provocó el caso guatemalteco. Pero que las más de 400 masacres, las violaciones a las mujeres, los asesinatos de niños, las torturas, las desapariciones, que todo ese horror que es una vergüenza histórica para Guatemala, que todo eso quede impune, eso no le quita el sueño a los magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC).
Los abogados de la CC, encabezados por el magistrado puesto por el Gobierno de Berger, Roberto Molina Barreto, dieron un no definitivo en diciembre a la demanda de la Audiencia Española para juzgar por crímenes de lesa humanidad a Benedicto Lucas, Efraín Ríos Montt, Aníbal Guevara, Mejía Víctores, Donaldo Álvarez, Chupina Barahona y Pedro García Arredondo. Prefirieron que no se haga justicia a "ceder" soberanía. Eso sí, no dicen pío cuando hay que extraditar a un narcotraficante, cuando ya no podemos ni denunciar la concesión del ferrocarril en Guatemala, o cuando hay ingerencias de empresas extranjeras para aprobar leyes. No no, eso no es soberanía. El derecho internacional ratificado por Guatemala otorga potestad para juzgar en cualquier parte del mundo estos delitos.
Eso sí, podrán dormir tranquilos con la impunidad de 200 mil muertes y 50 mil desaparecidos. No les entiendo. Se olvidaron del objetivo de su profesión: lograr la justicia. Lo cambiaron por proteger nuestra soberanía intacta para que no se juzgue a nadie. Sólo les tengo una pregunta: ¿Con qué cara se ven al espejo?
Mejor presidenta.
Parecía que la estrategia de la UNE para lograr la Presidencia del Congreso con una "compleja e innovadora" táctica, de votar para la indemnización de los diputados y aumentar la directiva para que cupieran todos, no les va a dar resultado.
El primer error del presidente Colom, con un atisbo de amnesia, fue dejarse convencer por su amigo Eduardo Meyer para apoyarle en la dirección del Legislativo en su primer año de Gobierno. Eduardo Meyer. No sé si alguien se recuerda algo, alguna iniciativa de ley, alguna interpelación, alguna fiscalización, algún consenso, algún liderazgo, algo que el congresista Meyer haya hecho desde su curul del año 2004 al 2008.
Con medio centenar de legisladores, la UNE podría ser un bloque fuerte, una pieza clave para las transformaciones estructurales que el país necesita y que el jefe de Gobierno dice que logrará. Pero con un capitán de barco legislativo así, la UNE parece que volverá a ser el hazmereír del pleno. Lo más probable es que desde el 14 de enero a las 14 horas no tenga ya el control del hemiciclo.
Y el panorama era realmente sencillo. Colom podría haber negociado con la Gana y con la mayoría que ambos logran podrían haber cogobernado el primer año, con la Gana en la Presidencia y la UNE en las dos primeras Vicepresidencias. No, prefirieron lo complicado y cantar victoria anticipadamente. Cierto, la Gana ofrecía pocas opciones para confiar una presidencia con lo faltos de cohesión (dignos versus indignos, por Dios), pero era mejor que hacer ese rompecabezas de Meyer.
Ahora la diputada Roxana Baldetti aparece en el panorama como alternativa. Claro, ante los ojos de buena parte de la opinión pública, es sólo la mujer segundona del PP. Pero no. He podido ver de cerca desde el 2004 hasta el 2007 como es una de las dos diputadas más fiscalizadoras, cómo con trabajo y tesón se ha abierto campo en un círculo de hombres para incidir en la dirección del Legislativo, cómo está aprendiendo a controlar los hilos del hemiciclo y como es de una derecha moderada y abierta a la hora de aprobar leyes.
Quizás una directiva PP-Gana y algunos pequeños podría obligar a Colom a repensar su estrategia legislativa y a lograr los cambios por consenso para que las reformas sean más duraderas y, ojalá, profundas.
Soberanos en el espejo
"Lo que más me sorprendió fue lo que pasó en Guatemala. En una aldea de Petén logramos recuperar los huesos de 162 niños masacrados por el Ejército. Como antropóloga forense, hay un momento en que empiezas a ordenar los huesitos y todos son tan perfectitos y te abstraes, hasta que te recuerdas que junto a los huesos hay juguetes. Es lo peor que he visto en mi vida".
Una antropóloga argentina describía así la semana pasada (El País Semanal) sus impresiones después de excavar fosas comunes en países de todo el mundo en donde se produjeron genocidios y el horror que le provocó el caso guatemalteco. Pero que las más de 400 masacres, las violaciones a las mujeres, los asesinatos de niños, las torturas, las desapariciones, que todo ese horror que es una vergüenza histórica para Guatemala, que todo eso quede impune, eso no le quita el sueño a los magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC).
Los abogados de la CC, encabezados por el magistrado puesto por el Gobierno de Berger, Roberto Molina Barreto, dieron un no definitivo en diciembre a la demanda de la Audiencia Española para juzgar por crímenes de lesa humanidad a Benedicto Lucas, Efraín Ríos Montt, Aníbal Guevara, Mejía Víctores, Donaldo Álvarez, Chupina Barahona y Pedro García Arredondo. Prefirieron que no se haga justicia a "ceder" soberanía. Eso sí, no dicen pío cuando hay que extraditar a un narcotraficante, cuando ya no podemos ni denunciar la concesión del ferrocarril en Guatemala, o cuando hay ingerencias de empresas extranjeras para aprobar leyes. No no, eso no es soberanía. El derecho internacional ratificado por Guatemala otorga potestad para juzgar en cualquier parte del mundo estos delitos.
Eso sí, podrán dormir tranquilos con la impunidad de 200 mil muertes y 50 mil desaparecidos. No les entiendo. Se olvidaron del objetivo de su profesión: lograr la justicia. Lo cambiaron por proteger nuestra soberanía intacta para que no se juzgue a nadie. Sólo les tengo una pregunta: ¿Con qué cara se ven al espejo?
Mejor presidenta.
Parecía que la estrategia de la UNE para lograr la Presidencia del Congreso con una "compleja e innovadora" táctica, de votar para la indemnización de los diputados y aumentar la directiva para que cupieran todos, no les va a dar resultado.
El primer error del presidente Colom, con un atisbo de amnesia, fue dejarse convencer por su amigo Eduardo Meyer para apoyarle en la dirección del Legislativo en su primer año de Gobierno. Eduardo Meyer. No sé si alguien se recuerda algo, alguna iniciativa de ley, alguna interpelación, alguna fiscalización, algún consenso, algún liderazgo, algo que el congresista Meyer haya hecho desde su curul del año 2004 al 2008.
Con medio centenar de legisladores, la UNE podría ser un bloque fuerte, una pieza clave para las transformaciones estructurales que el país necesita y que el jefe de Gobierno dice que logrará. Pero con un capitán de barco legislativo así, la UNE parece que volverá a ser el hazmereír del pleno. Lo más probable es que desde el 14 de enero a las 14 horas no tenga ya el control del hemiciclo.
Y el panorama era realmente sencillo. Colom podría haber negociado con la Gana y con la mayoría que ambos logran podrían haber cogobernado el primer año, con la Gana en la Presidencia y la UNE en las dos primeras Vicepresidencias. No, prefirieron lo complicado y cantar victoria anticipadamente. Cierto, la Gana ofrecía pocas opciones para confiar una presidencia con lo faltos de cohesión (dignos versus indignos, por Dios), pero era mejor que hacer ese rompecabezas de Meyer.
Ahora la diputada Roxana Baldetti aparece en el panorama como alternativa. Claro, ante los ojos de buena parte de la opinión pública, es sólo la mujer segundona del PP. Pero no. He podido ver de cerca desde el 2004 hasta el 2007 como es una de las dos diputadas más fiscalizadoras, cómo con trabajo y tesón se ha abierto campo en un círculo de hombres para incidir en la dirección del Legislativo, cómo está aprendiendo a controlar los hilos del hemiciclo y como es de una derecha moderada y abierta a la hora de aprobar leyes.
Quizás una directiva PP-Gana y algunos pequeños podría obligar a Colom a repensar su estrategia legislativa y a lograr los cambios por consenso para que las reformas sean más duraderas y, ojalá, profundas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)