La Unión Europea dice ser el estandarte mundial de la defensa de “sus valores”, como los derechos humanos. Ciertamente, ayudó al país a lograr la paz o proteger a guatemaltecos que luchan por los derechos humanos. Era una voz autorizada en materia, era.
El mes pasado aprobó “la Directiva de Retorno/Expulsión de ilegales”. Cualquiera sin visa recibirá una carta en la que se pide que se largue o se le perseguirá, arrestará y expulsará porque es un delincuente. El artículo 12, inciso 3, dice que se le dará asistencia jurídica gratuita a quienes carezcan de recursos “en la medida en que dicha asistencia sea necesaria para garantizar un acceso efectivo a la justicia”. ¿Para qué recibir asistencia que garantice justicia si la ley no deja lugar a interpretaciones justas y es un delito trabajar en Europa sin visa? Claro, España ahora dice que “le explicará a los latinoamericanos bien esta ley” porque criticarla responde a “ignorancia” o “populismo”. Bah.
Es sólo el primer paso. La presidencia semestral europea del francés Sarkozy tiene como primera prioridad combatir la inmigración “ilegal”. Allí se afinará el “contrato de integración” y la prohibición de la reunificación familiar a menos que se compruebe que tiene réditos económicos y los migrantes hablan el idioma local. Adieu a Francia y Europa de derechos del hombre, bonjour a la Europa xenófoba que quiere “limpiarse” de los ocho millones de “ilegales”; en realidad humanos bien legales pero “indocumentados”.
El cambio no sucedió de un día a otro. Es que la “crisis” económica tiene una salida fácil en los populismos de derecha que acusan de todos los males a los inmigrantes para ganar votos. Lo que se consideró un tumor hace años con la elección de neonazis en Austria o de 20 por ciento de franceses con el neonazi Le Pen o los italianos con el fascista Berlusconi parece haberse convertido en un cáncer. Ahora la centroderecha tomó esa bandera xenófoba para ganar votos y la izquierda no desentona. El problema es que ahora los xenófobos son la mayoría de los 500 millones de europeos y materializan el apartheid mundial: los occidentales en la parte linda del Norte y el resto que no sea rico o capacitado, fuera.
Esto a pesar que estudios oficiales de la UE reconocen que necesitan 100 millones de inmigrantes para sostener su sistema social, a pesar de que está demostrado que los migrantes aportan casi el triple de lo que reciben del sistema social, a pesar de que son el motor de la economía en infraestructura o servicios. A pesar de que tienen tantos derechos como los europeos que migraron durante siglos a todo el mundo, para trabajar o para asaltarlo (y no es metáfora).
Recién regreso de las Españas, tras una beca. La España en la que pasé la mayor parte del tiempo es una abierta a los inmigrantes, multicultural, cosmopolita, vibrante, que invita a quedarse. Otra España es racista con los extranjeros, los persigue y explota, que regresa cientos de latinoamericanos de los aeropuertos si no tienen 57 euros para gastar diarios (¡menos de lo que un turista europeo gasta acá!), que lo hace sentir a uno como intruso.
Está bien la declaración continental de protesta que lideramos en la Organización de Estados Americanos (OEA). Ahora nos queda apoyarnos entre nosotros, latinoamericanos, para defender a nuestros connacionales en EEUU y en la UE. A los centroamericanos en México y andinos en Argentina. Podemos empezar por dar el ejemplo y tratar bien a los centroamericanos y ecuatorianos que pasan por Guatemala.
P.S. Un amable lector me recordó la semana pasada que Berger no protegió a su delfín, Eduardo González, cuando lo de Bancafé; tiene razón, lo corrijo.
martinpellecer@gmail.com
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2 comentarios:
Estan pasando del ideal Europeo de solidaridad, fraternidad, oportunidad y cierta diferenciacion a lo que es y significa EUA (yo mismo me consideraba eurófilo) a ser mas de lo mismo, al parecer el miedo los esta haciendo cambiar de opinion, lastima, no habra quien pague sus costosas pensiones y lujosos servicios hospitalarios en 20 años...
Estan pasando del ideal Europeo de solidaridad, fraternidad, oportunidad y cierta diferenciacion a lo que es y significa EUA (yo mismo me consideraba eurófilo) a ser mas de lo mismo, al parecer el miedo los esta haciendo cambiar de opinion, lastima, no habra quien pague sus costosas pensiones y lujosos servicios hospitalarios en 20 años...
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