http://www.prensalibre.com/pl/2007/octubre/30/186389.html
“Los que no han decidido por quién votar son demasiado lúcidos, y se dan cuenta de que la oferta electoral es de muy baja calidad. Escuché decir que se escoge entre la peste y el cólera”. Edelberto Torres-Rivas, uno de los pensadores más agudos de nuestro país, resumía así el 26 de julio lo que sentimos la mayoría de guatemaltecos, a los que no nos convencen ni Pérez Molina ni Colom para liderar nuestro Estado.
Creo que Colom es una buena persona, con buenas intenciones, pero no me gusta ni su forma de hacer política ni su partido. Es más, me estalla su falta de carácter para resistir los periodicazos, me decepciona como sus “ideales socialdemócratas” se van por el caño cuando teme que esto le va a restar votos (nada de impuestos ni condones ni reformas), me decepciona que haya dejado ir a José Carlos Marroquín, me decepciona que su partido en el Congreso sea un flan, que su esposa le dispute el liderato en el partido, que su partido tenga vínculos con los militares de La Cofradía…
Pero me gustaría hacer un repaso de Pérez Molina. Cuando estuvo en Quiché, hubo al menos una masacre comprobada. El 1 de diciembre de 1982, en Sumal Chiquito, 23 campesinos fueron asesinados (REHMI). Pérez Molina fue uno de los fundadores de El Sindicato en el Ejército, un grupo que disputó el poder y cuyos miembros tienen fuertes vínculos con el crimen organizado y fueron parte de la cúpula militar en tiempos de Portillo, como él habría sido si no le hubiera vetado Ríos Montt.
Llegó a ser director de Inteligencia con Serrano en los noventa. Sabe bien no soltar una palabra más de la que debe, calcular hasta el más mínimo detalle y tener sangre fría a la hora de sacrificar posiciones o personas por objetivos, o a la inversa. A pesar de describirse como paladín del freno a Serrano, su vicepresidenciable Castillo fue de los ministros de Serrano que no renunciaron cuando pasó el autogolpe.
Fue nombrado jefe del Estado Mayor Presidencial de Ramiro de León y fungió, de facto, como un co-presidente, que pudo colocar a su gente de confianza en Gobernación y la Policía. El resultado: los niveles más altos de secuestros en la historia del país (más de mil anuales) y los niveles más altos de robo de carros.
Además de la ya conocida desaparición de Q19 millones días antes de dar el gobierno a Arzú en 1996, salió a luz en elPeriódico otra denuncia pública por la desaparición de Q18 millones en el Ejército en 2004, lo que he escuchado de funcionarios de este gobierno que fue uno de los motivos que lo enfrentó con el presidente Berger. José Alfredo Cabrera Alarcón, su mano derecha en finanzas, aparece involucrado, como en 1996. De lucha contra la corrupción no puede presumir. Tampoco Colom, que recibió dinero del corruptazo Abadío.
La cúpula de la Gana sabe que Pérez había propuesto a un narco como candidato a diputado por Izabal en 2003, hasta que Berger se lo recriminó. Él aseguró que no sabía que era narco. Por favor, todo el mundo sabe. De anti-FRG que presumió al salir del Gobierno: su PP votó por el FRG para presidir el Congreso, ahora negocia con Ríos Montt, intentó que se mantuviera Carlos de León como Fiscal General…
Eso se queda pequeño al recordar que no tiene propuestas concretas, que no le importó la ley electoral y empezó a hacer campaña anticipadamente, que fue acusado de estar detrás de los asesinatos de pilotos y su asesor Klugmann no pudo negar que sí prestaba servicios profesionales a un partido en el país. Y bajo ninguna excusa podría haber obtenido de dinero limpio los más de Q150 millones que ha gastado en campaña (Berger, con el apoyo de toda la oligarquía, gastó Q98 millones en 2003).
En el Congreso, la diputada Baldetti es muy buena para fiscalizar, pero en el oficialismo no lo podría hacer; Oliverio García tiene mucha experiencia y liderazgo, pero no es del PP, sino del ex PSN; tendrá en el gabinete a personas muy valiosas como Castillo Sinibaldi y Francisco Beltranena, aunque no comparto sus fórmulas ideológicas para sacar adelante al país. Igual creo que terminaremos viendo compra de votos y clientelismo para sacar leyes…
Colom tendría un gobierno mediocre, pero Pérez uno que profundice la violencia, las desigualdades sociales y nos aisle de la comunidad internacional. Espero equivocarme.
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