martes, 22 de abril de 2008

Ética e impuestos (ventajas fiscales para Pepsi)

http://www.prensalibre.com/pl/2008/abril/22/232204.html

A la discusión sobre cómo recaudar de otras fuentes que no sea un impuesto a la gasolina podríamos pensar en reformar la ley de maquila, con la que grandes empresas dejan de pagar impuestos “legalmente” y logran que el Estado deje de percibir más de lo que invierte en seguridad y salud juntos.

He recibido un correo de aclaración que me servirá para explicarme mejor sobre el tema. José Raúl González, vicepresidente de Finanzas de Embotelladora La Mariposa, me hizo ver un error que cometí al afirmar que está demostrado que empresas que no tienen nada que ver con maquilas, como Embotelladora La Mariposa, Kellog’s, Kern’s o Zacapa Centenario, usan la ley de maquila para evitar “legalmente” pagar impuestos.

Embotelladora La Mariposa, escribió González, “se ha convertido en un importante exportador de bebidas carbonatadas a Centroamérica y el Caribe. Desde nuestra planta en la Ciudad de Guatemala importamos concentrado, plástico, etiqueta, lata y otros muchos materiales que convertimos en producto terminado (maquila) y exportamos a los destinos anteriores. Todo ello, debidamente documentado y fiscalizado por la SAT para el fiel cumplimiento de las leyes respectivas. Es decir, no existe la tal evasión legal”. Ciertamente, la ley 29-89 define maquila como la importación de materia prima para su conversión en producto terminado y exportación, y —así sí— hacen maquila.

Debí haberme expresado mejor, porque lo que quiero transmitir al debate fiscal es que empresarios (y no señalo a Pepsi) presionaron para retorcer el espíritu de la ley 29-89 con la reforma 38-04, para que dejaran de pagar muchos impuestos más —o se logró por el “buen juicio de los diputados”, tras una campaña electoral en la que se endeudaron—. La ley 29-89 buscaba atraer inversión extranjera y fomentar nuevas industrias.

No es que La Mariposa “se haya convertido en un gran exportador” a Centroamérica. Es que hasta el año 2004 esa ley no consideraba que las ventas a Centroamérica fueran exportaciones (con mayor razón ahora que están abiertas las aduanas con El Salvador y Honduras). Antes de esa reforma se exigía que el 51 por ciento de la producción fuera para exportación, con el objetivo de evitar que las empresas no fueran a importar cien manzanas y usar solo dos en exportación de jugo de manzana, y así pidieran que se les exonerara de impuestos por importar cien manzanas. Esto es lo que muchas hacen.

La reforma 38-04 exoneró a las empresas de tributar por importar y consumir fuel oil, butano, propano y búnker. Mientras, el resto de empresas y ciudadanos tenemos que seguir pagando. Tres años después de la ley, éramos el último lugar en atraer inversiones en Centroamérica. ¿Qué ética hay en no cobrar impuestos a megaempresas, como Pepsi, para que inviertan? Y 60 por ciento de las 518 empresas “maquiladoras” no habían exportado nada en 2006, o sea, evadían.

Basta ya de la lógica de “que paguen otros, pero yo no pago si el Estado los roba". Pagamos porque somos ciudadanos, y como ciudadanos exigimos que se inviertan transparente y eficientemente los recursos, para que los más débiles tengan más oportunidades y acceso a servicios. Porque después reclamamos todos que la justicia funcione, que no haya desnutrición, que se contrate a buenos funcionarios que no vayan a robar... Y como ciudadanos debemos exigir probidad y ética, no solo al sector público, sino al sector privado, como en cualquier país desarrollado.

martinpellecer@gmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Martin: Me parece que tu argumentacion es muy solida. El espiritu de la ley de fomento de la maquila era, ademas, promover la instalacion de nuevas industrias con nuevos productos. Tal como vos decis, CABCORP y la larga lista a la que Berger le dio acceso a beneficios fiscales, no casan dentro de este concepto.
Te felicito por esa columna tan clara y valiente. Gustavo Berganza