lunes, 6 de octubre de 2008

51. Guerra contra el narcotráfico

Guerra narco

Ahora pareciera una ecuación que si aumentamos 5 mil soldados, vamos a poder enfrentarnos al narcotráfico, y pareciera indiscutible que el narco se asentó en el país por la reducción del Ejército durante el gobierno Berger-Stein. “Y no ver eso es cuestión de fanatismo ideológico”. Estoy en desacuerdo.
El narcotráfico que se empezó a instalar en el país desde los años noventa tuvo como cómplices a muchos militares dentro y fuera del Ejército –así como a muchos políticos y muchos empresarios-. Si no, no habría sido tan exitoso. El Gobierno portillista-eferregista les abrió las puertas de par en par y el de la Gana no hizo mucho para combatirlo; pasaron 10 meses sin un solo kilo de coca incautado.

El presidente Colom ha repetido una mentira desde la campaña (que dicha mil veces se convierte en verdad), que es que el gobierno anterior le dejó las puertas abiertas al narcotráfico “al quitar bases militares y reducir el Ejército”. Pero con o sin Ejército más amplio, el narcotráfico ya campeaba como quería por el país. ¡Incluso tenían una pista de aterrizaje para narcos en la base militar de Zacapa hace tres años!
Hay militares que ya deben haber sido cooptados por el narcotráfico. Una guerra militar contra el narcotráfico es muy arriesgada, porque puede terminar corrompiendo a todo el Ejército, por pequeño o grande que sea. México y Colombia se han enfrentado al narcotráfico con Estados más sólidos y más grandes. Colombia ha ido ganando esa “guerra”. México no parece ganarla. Los Estados mexicano y colombiano tienen además un detalle que a nosotros nos falta: tienen una nación (una identidad nacional) que los legitima; nosotros todavía no.

Mientras EEUU siga con su hipocresía de demandar cocaína desde sus ciudadanos pero prohibirla con sus leyes, tenemos que hacer la guerra al narcotráfico en Guatemala y Mesoamérica. Y es impostergable la guerra contra ese mal que corrompe más aún a nuestra sociedad y dinamita nuestras instituciones democráticas.
La guerra tiene que ser nacional y tiene que incluir al Ejército, a la Policía, al Estado y a la sociedad, porque a todos nos jode el narcotráfico. Pero las prioridades deben de ser distintas. No podemos empezar una guerra a la loca con un Estado en trapos de cucaracha. Esto va a convertirse en más matazinga y sin resultados.

El primer paso, en cambio, debe ser el combate al enriquecimiento ilícito, al financiamiento de los narcos. Y con esto no me refiero a ver que los políticos no se roben dinero público, es a fiscalizar el lavado de dinero privado, que es como se disfrazan los narcos y otros corruptos. Esa ley es indispensable. El segundo paso es empezar a quitarles las armas (otra ley y su aplicación) y el tercero es perseguir a los capos en coordinación con EEUU, Colombia y México.

Un cuarto paso, clave, es sacar a los narcos de la política y por eso es urgente transparentar el financiamiento electoral, para que dejen de poner a alcaldes y diputados títeres. Un quinto, es una reforma fiscal y una del servicio civil para empezar a modernizar a nuestro Estado. Después, cómo no, podemos llamar a nuestro Ejército para que defienda la soberanía de Guatemala. ¿No les parece más prudente?

PD. El sector privado organizado asegura que han sido despedidos 200 mil trabajadores y no se contratará a nadie en 2009. Nadie duda que estamos pasando tiempos difíciles, pero pueden ser un poco exagerados. ¿Qué tal si le muestran al Ministerio de Trabajo las 200 mil indemnizaciones que pagaron?

martinpellecer@gmail.com

3 comentarios:

Figueroa dijo...

Un saludo.
Martín, antes que nada déjame felicitarte por éste temazo, todas tus columnas me encantan, pero sin duda alguna ésta me parece fenomenal, un merecido 100 para tí!

Claro que es muy difícil atacar al narcotráfico, pero no es imposible de lograrlo, quienes nos gobiernan, (ahora ya no cito nombres porque a veces ya no se sabe ni quién es quién o quién hace qué), pues los gobernantes como que tienen miedo de levantar un dedo y actuar, porque lo que se necesita realmente no es tanta palabrería, bla, bla y bla, ya es mucho, ya basta! Pero se sienten orgullosos y dicen que están combatiendo al narcotráfico cuando capturan a alguien... eso no es todo, así nunca se va a terminar ésta plaga, porque eso es lo que son esas personas, una plaga que contamina cada dia mas al país.

Por supuesto se sabe que dentro de la misma política "operan" los narcos, a manos libres... cuantos casos no han habido ultimamente, es terrible que ésto suceda en el gobierno, de veras que da pena, pero sucede! Y nadie dice nada!

Guatemala no se puede arriesgar a una guerra en contra de ésta plaga, no funcionaría! Hay puntos claves que si se pueden inspeccionar como: Zacapa (Estanzuela, Río Hondo y la Unión, para ser mas específica), San Marcos (Catarina y la Reforma), Un lugarcito llamado La Máquina en Mazate, Petén, Chiquimula y tantos más!

El narcotráfico es un problema mundial, pero en países como el nuestro es aún mas complicado.

Feliz dia.
RosaFigueroa
rosamariafiguerr@gmail.com

Juan Pensamiento dijo...

Ni ellos mismos son tan ingenuos; los nexos entre el narco y el ejército (además de otros entes del estado) han ido siendo cada vez más descaradamente obvios. Qué triste volverse tan incrédulo, pero en realidad dudo que a quién va a proteger en realidad la nueva retajila de efectivos castrenses sea a Juan Pueblo. A ver si por lo menos hacen la finta.

exterminador dijo...

bueno felisidades ases buenos comentarios pero el narco trafico en mexico esta cada dia mas fuerte aunque el gobierno diga lo contrari ahora a sta el ejercito resive mordidas en el ejercito hay infiltrados son los jefes de los altos mandos los que los soldados rasos tenemos que respetar ellos les mandan imajenes alos narcos para que nos ejecuten por eso tenemos que taparnos la cara por si no mañana ya saben quien fue en lugar que ellos le den lealtad al pais ellos son los que corrompen y me pregunto asta cuando se va acavar esto