Después de leer los periódicos durante todos los días del año, una de las preguntas que uno se hace es “¿cómo no se derrumba este país que se llama Guatemala?”. Si acá pasa lo peor que puede suceder en el mundo, y cuando no es así, nos lo imaginamos. La respuesta que adivino, sobre por qué no se cae nuestro país, es por los guatemaltecos ciudadanos.
Leía hace una semana un artículo de una filósofa, Amelia Valcárcel, que me recordó que lo más valioso de la sociedad “son personas de las que nada hace sospechar que guarden dentro de sí enormes cantidades de valor. Y la sorpresa estalla cuando el foco de luz se fija en alguna de esas calladas personas. Han estado fuera de la vista pública y es como si, de repente, exhibieran un poder o un tesoro imprevistos”.
Las personas que después de una desgracia inmerecida sacan fuerzas del alma para sobreponerse y exigir justicia o sobreponerse y seguir su trabajo todos los días. El que se levanta temprano para llegar puntual al trabajo, la que da el vuelto cabal, el que no negocia facturas, el que le da el ejemplo a su hijo con actos y no con palabras. La que es consecuente con lo que piensa. El que confía en el extraño y en el diferente. Los funcionarios que atienden al siguiente ciudadano aunque pase la hora de cierre, los policías y los soldados que arriesgan su vida contra el crimen organizado por salarios bajísimos a cambio de cumplir con la ciudadanía.
Ahí están ciudadanos como Rolando y Beatriz, activistas de derechos humanos como María Elena, médicos anónimos como Christopher y la lista es interminable. Y eso que conozco sólo a pocos guatemaltecos por su nombre.
Ahí están los empresarios y los empleados que hacen que este país haya seguido creciendo a pesar de la crisis, los maestros que intentan formar ciudadanos a pesar de la adversidad y las garrapatas, los migrantes que este año mandaron 6 por ciento más de remesas a pesar de la crisis, los jóvenes que tienen ideas brillantes y sueñan con cambiar el país (todos esos que me escribieron un correo para compartir sueños).
Valcárcel escribía otra frase que me sirve también para responder a la pregunta inicial de por qué, pese a haber sido un año duro este 2008, el país, y el Estado, no se caen como todo el mundo fuera de Guatemala vaticinaría. “La democracia necesita para su buen funcionamiento, además de una buena y saneada caja común, de un monto de sustancia moral bastante grande. Hay conciudadanos que aumentan de forma constante y reservada la decencia común. Son la gente decente y, más que eso, modélica. Gente de la que merece la pena ser conciudadano. Lo suyo no es suerte, pero es una suerte para todos los demás ser sus compañeros en la vida moral y civil”.
Ahí están los ciudadanos como Gustavo y su resistencia al hostigamiento del monopolio (Baldizón, quien ocasionó la crítica, podría hablar con su amigo González, o la Primera Dama pensar recordar cómo les hizo daño en campaña y así mantengamos a flote el único derecho político que podemos ejercitar a pleno: la libertad de expresión). Hay otros ciudadanos que reclaman la decencia como Rony López, Nineth, Juan Alberto, Oliverio, Tulio García, tantos ciudadanos que intentan liderar este país carente de líderes y rebosante de antilíderes.
Así que bueno, creí que estas fiestas eran momento oportuno para agradecer a todos los ciudadanos anónimos que trabajan por nuestro país y por los famosos que reclaman decencia. Gracias por hacer que la Navidad tenga un sentido.
martinpellecer@gmail.com
martes, 23 de diciembre de 2008
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1 comentario:
Feliz Navidad y un excelente 2009 Martin, Dios te bendiga!
Guatemala, es un pais lindo que creo todos los guatemaltecos estamos orgullosos de nuestro pais. A pesar de las circunstancias porque no somos un pais rico ni tampoco sobresalimos como otros, pero somos Guatemala y pues uno de mis anhelos sigue siendo que en el 2009 exista mas union entre hermanos guatemaltecos y que trabajemos de la mano para que nuestro bello pais salga a flote, para ya no aparecer entre los paises con mas alto indice de violencia, para que en los noticieros extranjeros nos aplaudan por cosas buenas, para que no exista mas pobreza, corrupcion, desempleo, inseguridad, para que el Sr Presidente y todo su equipo se pongan la camisola y hagan su mejor esfuerzo, porque hasta el momento han jugado muy chueco, pero nada claro, nada concreto.
Yo, oro por aquellos desamparados, aquellos que viven en la pobreza, por los ancianitos que son abandonados, por los ninos con cancer, por la gente enferma en los hospitales, por el futuro de nuestro pais y sobre todo para que se termine la envidia, odio, rencor, porque por lo mismo no hay union los unos con los otros, mas bien que se convierta en amor, paz, tranquilidad, amistad y que unos nos ayudemos con otros.
Tambien le pido a Dios por aquellos que se encuentran lejos de su pais, pero especialmente por la gente inmigrante en Estados Unidos, gente pobre y necesitada que si esta aqui no es porque quiera estarlo sino porque tiene necesidad de trabajar y mantener a sus familias, gente que no le esta robando nada a nadie, a esa gente que lastiman solo porque no son "canches y no hablan ingles...", le pido a Dios por esa nuestra gente que es de admirar!!! Y a todos quienes quieren una Guatemala mejor: Felicidades por su granito de arena porque somos muchos los que deseamos el cambio y tengo la seguridad que lo lograremos, algun dia!!!
Y, por supuesto tambien le pido a Dios por el periodista y buen amigo Martin Rodriguez, porque es una de las poquisimas personas que he conocido y que lucha por una Guatemala mejor! Felicidades a ti!
Un abrazote Martin!! Un excelente tema para culminar este 2008!
RosaFigueroa
rosamariafiguerr@gmail.com
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