A nuestro estable pero poroso Estado y a nuestra sociedad con ganas pero sin porterías para meter goles les hacen falta acuerdos nacionales. Estas son tres propuestas para nuestras élites políticas, económicas, académicas y sociales.
Necesitamos construir un Estado. Los acuerdos de paz eran un pacto para construir un Estado, pero eferregistas y las extremas derechas se encargaron de deslegitimarlos. Sin embargo, deben ser una conciencia, un Norte, para los nuevos acuerdos que necesitamos 12 años después, para evitar que este territorio sea uno de tránsito de personas, drogas, carros robados, sueños y turistas. El primero de los pactos, sobre el que escribí la semana pasada, debe ser alrededor del tema fiscal y la lucha contra la corrupción. Los tres componentes de este acuerdo debe ser 1) una reforma fiscal decente —no los harapos en los que se ha convertido la propuesta original del ministro Fuentes—, 2) un combate directo a la corrupción pública —no vale la opacidad de Cohesión Social ni de la municipalidad capitalina, ni poner trabas a la Ley de Acceso a Información, ni tampoco cambiar ministros corruptos pero darles amnistía como asesores presidenciales—. Y 3) un combate con fuerza al contrabando, que arruina a la industria nacional y fortalece al crimen organizado.
Este acuerdo fiscal y de transparencia debe ser el que dé paso a un acuerdo económico nacional, pues con las reglas claras del fisco —con el compromiso de combatir la evasión y elusión fiscal—, políticas de combate al contrabando, de la construcción de infraestructura portuaria y aeroportuaria para hacer más competitivos a nuestros empresarios, podemos pensar en un modelo de desarrollo del que todos podamos participar. Sin marcar las líneas del campo y poner las reglas del juego entre Estado y ciudadanos en la parte fiscal y económica, no podemos empezar a jugar el partido.
Obviamente, el presidente Colom tiene que hacer sacrificios políticos, si quiere soñar con ese pacto. El segundo pacto es para consolidar al árbitro del partido, pues a todos nos beneficia que alguien pueda sacar tarjetas amarillas o rojas. Este debería girar sobre tres ejes: impunidad, Policía Nacional Civil y combate al narcotráfico. Creo que está bastante claro que tenemos que seguir la ruta Cicig en reforma legal y aprovechar los dos años que quedan de mandato, para quebrar el hielo de la impunidad; no podemos darnos el lujo de ministros que cambian a los mandos de la policía y ponen a los que habían sido destituidos por corrupción, y el Gobierno tiene que continuar la inédita persecución a capos del narcotráfico —al final de cuentas, es su responsabilidad—. Una acción sencilla, fácil pero política, es destinar una buena parte de esos bonos del tesoro a doblar o triplicar los salarios de todos los policías.
Un tercer eje de acuerdos, de pactos nacionales, entre élites si quieren, es la parte de construcción de ciudadanos y de nación guatemalteca. Después de la parte fiscal-económica, después de la parte de seguridad-justicia, necesitamos, para que nuestro Estado y nuestra sociedad se sostengan, necesitamos llenarlos de ciudadanos. Ciudadanos con derechos y obligaciones, ciudadanos que se apropien de las ciudades, de los pueblos, de los volcanes, de la calle, sí, de la calle, ciudadanos con soberanía. Y esos ciudadanos los forman los líderes, los medios de comunicación, las escuelas, el arte. La contraparte de este eje de ciudadanos, debe ser la de construir nación, para cohesionar a los ciudadanos, y legitimar al Estado. Esta nación, en la que debemos caber mestizos, indígenas, blancos y demás, debe hablar muchos idiomas, tener muchos héroes, rechazar el racismo, y estar orgullosa de ser así. Y acordar todo esto sólo requiere de trabajo, sinceridad y pasión por este país.
martinpellecer@gmail.com
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1 comentario:
Martin:
Sabes que me preocupa muchisimo la violencia por la cual atravieza nuestro pais, hace unos dias mataron al hijo de un amigo, hace tres dias balearon a un muchacho de una tienda cerca de mi casa porque "no pagó el impuesto", hace dos días balearon en la cabeza a otro muchacho dueño de un negocio de ropa cercano a mi casa porque tampoco "pagó el impuesto" hasta donde llegarán esos criminales?
Cuando el gobierno deberia pensar un poquito mas en cuestion de seguridad, esto está imparable, da miedo vivir en Guatemala, sinceramente, de corazon, de buena manera por favor gobierno hagan algo, están matando a personas inocentes, hiriendo a quienes trabajan honradamente.
Gracias amigo periodista por el espacio, feliz dia.
Rosa Figueroa
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