miércoles, 6 de mayo de 2009

81. Agenda legislativa (disputa entre UNE y PP)

Cuando discuten la agenda política en los congresos demócratas y republicanos o socialistas y populares, o democristianos y socialdemócratas en otros países se reflejan al menos las opiniones mayoritarias de la ciudadanía. Y si uno no tiene aplanadora, pues se dan cuenta de que representan a distintos electorados y de que la política no es un juego de suma cero. En Guatemala somos adolescentes.

Cuando digo juego de suma cero me refiero a que los dos partidos con más votos en la última elección no se dan cuenta de que ya se terminó la campaña y que falta mucho para la próxima elección —que seguramente ninguno de los dos ganará—, y que en el Congreso tienen que hacer política de Estado, no de partido.

Después de un buen primer trimestre —hay que reconocer leyes como la de Armas y Municiones o contra la Explotación Sexual, y eso es gracias a todos los partidos políticos—, el Congreso se estancó. Pero miremos un poco más allá de “ese monstruo que se llama Congreso”. Miremos un poco más allá de si la UNE o el PP son los que están actuando bien o mal siempre.

Muchos periodistas hemos contribuido —muy incluido el autor de esta columna— a hacer creer a la ciudadanía que el Congreso como institución y la política como institución son los causantes de todos los males del país. Pero el Congreso es la institución más importante de nuestra democracia —a la que más podemos fiscalizar y exigir—. Y en el Congreso hay un juego de fuerzas en los que muchas veces ganan los corruptos clientelistas, pero otras veces ganan los diputados que se fajan trabajando y los que, pese a las críticas de la opinión pública, se ponen el chaleco de trabajar por el Estado.

La agenda está trabada porque hay dos temas cruciales. Uno es la elección de los magistrados en el Organismo Judicial —en la que se juega la impunidad del país durante los próximos años— y otro es una tibia, muy tibia reforma fiscal. Y hay un obstáculo, el populismo clientelar de la mayoría de partidos —encabezados por la bancada Líder, de Baldizón, que dizque interpela a Gándara—. El oficialismo, instruido por el presidente Colom, ha detenido la propuesta de ley del Movimiento pro Justicia y a Nineth Montenegro, para transparentar la elección de magistrados, porque no le aprueban una tibia reforma fiscal. El Partido Patriota la ha promovido y se ha opuesto a esa reforma fiscal.

Ambos tienen razón en uno de sus puntos. El país necesita de una elección transparente de magistrados, pero también de una reforma fiscal. Ambas son urgentes, pero es más urgente la primera, por los plazos legales. Y a quien los ciudadanos le dimos el mandato de ser el responsable de que la agenda legislativa camine es el oficialismo, la UNE. Así que tienen que mostrar madurez.

Lograron la alianza legislativa estratégica con la Gana —como la Gana con el FRG— y pueden marcar el ritmo del Congreso. Quedan muy mal ante la opinión pública al mantener la suciedad con la que los abogados eligen magistrados —dan vergüenza—, y se van a quedar sin ambas leyes —porque la diputada Baldetti, aunque errada y poco estadista al oponerse a cualquier reforma fiscal, ha disciplinado a su bancada—. Después de la de postulaciones, perfectamente pueden aprobar la dizque reforma fiscal —necesaria—, pero, presidente Colom, no entorpezca más el proceso de transparencia en la elección de magistrados, que ya con los diputados de Baldizón tenemos suficiente.

martinpellecer@gmail.com

1 comentario:

Figueroa dijo...

Hola Martin.
Dentro del Congreso pareciera que les gusta jugar al foot ball pero todos quieren ser delanteros y no dan chance al adversario, la UNE casi siempre pone un pretexto para cualquier cosa, el PP a la defensiva y muchas veces tienen razon (no quieren que los mafiosos se sigan comiendo al pais) y estoy de acuerdo con ellos.

Pero es nuestro pais el que se beneficia si los partidos actuan acertadamente, o el pais sale perjudicado cuando no se ponen de acuerdo. No se trata de quien tira mas goles, se trata de trabajar en equipo y no como enemigos.

Un abrazo Martin.

RosaFigueroa
rosamariafiguerr@gmail.com